A la hora de analizar la obra de creativos, siempre he apreciado la generosidad de compartir los procesos de trabajo, el trasfondo de la obra, conocer sus referentes y los temas que sirvieron de germen para comenzar la obra. Creo que eso enseña más que las obras finalizadas. Por eso decidí comenzar a compartir mis procesos de aprendizaje, a modo de bitácora y si se quiere, de charla para quien esté transitando por el mismo camino.
El transcurso de esta pintura fue acompañado, un poco por casualidad, por la lectura del libro "Cartas a Theo" de Vincent Van Gogh y la combinación resultó perfecta. Siempre es bueno recordar de aquellos a los que miramos con admiración, no son personas tocadas por el destino con un talento innato indescifrable, sino que también pasaron por nuestro lugar, y con mucho estudio y pasión, crecieron para ser quienes hoy conocemos. Este libro me ha encantado y por momentos me ha sorprendido el hecho de leer que Vincent en su tiempo, hacía las mismas preguntas que yo sentía al pintar esta obra.
"[...] Por lo que comprendo, estamos perfectamente de acuerdo, evidentemente, acerca del negro de la naturaleza. A decir verdad, el negro absoluto no existe. Pero entra en la composición de casi todos los otros colores, como el blanco, y forma la gama infinita de los grises, que se distinguen por el matiz y la intensidad. [...] No hay más que tres colores fundamentales: el amarillo, el rojo y el azul. [...] Pero toda la química de los colores no es más complicada que esos simples colores fundamentales. Tener una buena noción de de ellos vale más que disponer de setenta colores diferentes. [...] Es colorista aquel que, observando un color en la naturaleza, sabe analizarlo y dice, por ejemplo: ese verde gris es amarillo con negro y muy poco de azul, etcétera. Igualmente, aquel que sabe componer sobre su paleta los diversos grises de la naturaleza. " Van Gogh, Vincent (1882), Cartas a Theo: Nº221, Editorial A.hache.
También en leído y visto obra de otros referentes, sobre todo en el proceso de armado de la paleta de color: Fernando Fader, Martín Malharro, Stephen Robert Koekkoek, Claude Monet.
Tengo que decir que he tomado nuevos caminos en esta pintura, usando métodos de trabajo muy distintos a los que acostumbraba. Para empezar, el soporte de madera fué pintado con una base de un tono gris medio, al igual que la paleta de pintor, que confeccioné antes de comenzar a pintar, utilizando un recorte de vidrio pintado por detrás con el mismo tono gris medio que el bastidor. En segundo lugar, modelé los colores utilizando siempre grises, jamás blanco o negro. Esto dio como resultado una atmosfera de un contraste bajo y de luz difusa, recordando a un día nublado. Al principio me costó conseguir el contraste necesario ya que me enfocaba en las sombras y olvidaba las luces, (acostumbrada a trabajar con fondos blancos). Para resolverlo, apliqué una pequeña mancha de blanco pleno en el detalle de la gorra del padre, lo que me ayudó a visualizar mejor todo y comparar la luminosidad de los tonos preexistentes con ese detalle y así corregir todo. La paleta de color es una triada que consta de siena natural (amarillo), siena tostada (rojo) y azul cobalto (azul), más el blanco y el negro. Los pinceles que utilicé fueron en su mayoría del tipo lengua de gato, ya que quería que la huella del pincel fuera lo más orgánica y redondeada posible, pensando en dar protagonismo al cielo.
Espero que el resultado les guste y me encantaría leerlos en los comentarios!
Comments